En un principio,
la falange espartana fue uno de los secretos mejor guardados de las antiguas
guerras. Los espartanos trataron de mantener en secreto la composición y
estructura de su ejército lo más que pudieron. Los escritores e historiadores
de la antigüedad sabían poco de este tema, solo Tulcidides y Jenofonte dieron
algún dato.
Según
Jenofonte, la unidad base del ejercito espartano era la enomotia, de alrededor
de 40 soldados, y estaba mandado por el enomotarca.
4 enomotias
formaban el pentekosties (160 guerreros), que mandaba el pentekoste.
Un lochos se
componía de 4 pentekosties, alrededor de 640 guerreros, y estaba dirigido por
un lochagas.
4 lochos
formaban una división (mora), y estaba mandado por un polemarca.
Y el ejército
espartano se componía de seis divisiones en total.
Inicialmente, la
falange espartana estaba compuesta exclusivamente por ciudadanos naturales de
Esparta, no pudiendo formar parte del ejército los no originarios de Esparta.
Aunque más
tarde, debido a la cantidad de guerras que lidió Esparta y las bajas sufridas, se
vieron obligados a aceptar en el ejercito a los periecos, ciudadanos libres de
segunda clase.
A principios
del siglo V a.c., Esparta podía poner en pie de guerra a unos 9.000 hoplitas
Homioi, más 10.000 hoplitas periecos, unos pocos, muy pocos caballos y un número
indeterminado de tropas auxiliares, como los psilos, infantería ligera que
protegía los flancos y retaguardia de la falange, utilizando jabalinas, arcos y
hondas.
Cada hoplita
marchaba al combate con dos esclavos ilotas cada uno, quienes le transportaban
el equipo militar y las provisiones necesarias para la campaña.
En
circunstancias extraordinarias, incluso los ilotas formaron parte del ejército
espartano, como en la batalla de Platea, donde 30.000 ilotas, formando parte de
la infantería ligera, combatieron junto a 5000 hoplitas espartanos.
El ejército era
movilizado por los eforos, quienes en primer lugar llamaban a los hoplitas de más
edad. Se hacia un sacrificio a Zeus, si el sacrificio era propicio, el llamado
“portador del fuego sagrado” tomaba el fuego del altar y se dirigía a la
frontera, donde se volvían a ofrecer sacrificios a Zeus y Atenea.
El portador del
fuego encabezaba el ejército, asegurándose que nunca se apagara, aparte de
motivos religiosos, para que los soldados tuvieran siempre fuego para preparar
la comida.
Al portador del
fuego sagrado le seguían los exploradores, infantería ligera y un grupo de
caballería para vigilar los flancos del ejército en marcha.
El ejercito
espartano acampaba en círculo, y se montaba una guardia que además de vigilar
el exterior del campamento también vigilaba el interior, para prevenir posibles
traiciones de los esclavos o aliados.
Practicaban
ejercicios atléticos la mayoría del día, para no perder la forma, y tras los
ejercicios de la mañana, el polemarca mas experto pasaba revista a las tropas, tomaban
el desayuno y cambiaban la guardia y sacrificaban animales a los dioses. Después
de los ejercicios vespertinos se cenaba, se cantaban himnos y se declamaba
poesía, al que dijese la mejor poesía se le premiaba habitualmente con carne
para el desayuno.
El
procedimiento para entrar en combate de los espartanos era muy similar al de
otras polis griegas. Cuando los ejércitos contendientes se encontraban a una
distancia de pocos centenares de metros, se sacrificaba una cabra en honor de
artemisa, la diosa de la caza.
El rey ordenaba
a los flautistas (que siempre acompañaban al ejercito) tocar himnos en
honor castor, un antiguo héroe
lacedemonio, y el mismo rey comenzaba a declamar poesía de Tirteo.
Los hoplitas
espartanos solían mostrar su desprecio al enemigo sentándose en el suelo
mientras se celebraban estos rituales.
Este
procedimiento solía ser suficiente para que el enemigo abandonara el campo de
batalla. Era tal la reputación militar que les precedía, que sus enemigos
raramente se defendían.
Cuando esto
ocurría, los espartanos formaban la falange, con los mejores guerreros en
primera línea y a la derecha, pues la táctica básica de la falange era envolver
el flanco izquierdo de la tropa enemiga.
Marchaban
en completo silencio, siguiendo el ritmo que proporcionaban los flautistas, para
no descomponer la línea, para la falange era fundamental mantener unidas las
filas.
El flanco
derecho de la falange espartana solía arrollar el flanco izquierdo de la
falange contraria, entonces avanzaba en un movimiento circular, para arrollar
al enemigo por el flanco.
Fuente:
http://historiaparanodormiranhell.blogspot.com.es/2011/11/la-falange-espartana-composicion-y.html
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