El pasado domingo 9 de
octubre del 2011, por la mañana, decidí pasarme por un trozo de historia
que tenemos en el barrio, más concretamente la posición principal de la
artillería antiaérea de protección de Barcelona, a partir de 1938,
construida a raíz de que los Italianos se dedicaran a bombardear a la
población civil de la ciudad de Barcelona.
Según la historia, la
Generalitat de Catalunya y el Ayuntamiento de Barcelona, en 1938,
decidieron realizar dos tipos de defensas antiaéreas en Barcelona una
activa y otra pasiva.
La defensa activa consistía en colocar una
serie de piezas de piezas de artillería en parte de los 9 montes de
Barcelona, en los que están más a la periferia, por lo que utilizaron
“els tres turons” como barrera antiaérea, con centro en el monte de la
Rovira (famoso en Barcelona por tener el túnel urbano más largo de
Europa) y como barrera marítima el castillo del Montjuïc. Y la defensa
pasiva que consistía en la realización de refugios antiaéreos,
repartidos por los barrios de la ciudad y, junto con las estaciones de
metro, con capacidad para casi todos los ciudadanos de Barcelona de la
época.
Pues bien, Lo que he visitando ha sido el centro de mando y
batería principal en el turo de la Rubira, reinaugurado este mismo año,
después de pasar por la excavación arqueológica correspondiente.
Lo
primero indicar que está sumamente bien señalizado todo el recinto, en
el que se pueden ver constantemente planos de la distribución de la
batería. Estos planos son copias de los originales.
El
motivo del porque se escogió en conjunto de los tres montes, y en
especial el de la Rovira, es porque desde él se domina Barcelona y
alrededores, a 360º, y así poder tener durante más tiempo a los aviones
enemigos al alcance de sus proyectiles.
Es interesante indicar
que en esa época no existía el radar, por lo que tenían construido un
rudimentario sistema de “escucha”, que consistía en hacer vibrar una
planchas al acercarse el sonido de los motores de los aviones, antes de
que el oído humano pudiese oírlo.
Como la precisión de los
antiaéreos de esa época era muy deficiente, este sistema servía para
crear una barrera disuasoria a los aviones, para que los pilotos se lo
pensaran dos veces. De todas formas hace años tuve como vecino a un ex
piloto de la guerra civil (ya muerto el buen hombre) comentaba que la
mayoría de los pilotos de estos aviones eran o Italianos o republicanos
capturados (una forma psicológica de maltratarlos), pero que al lado del
piloto (tanto italiano como español) siempre iba un comisario político
que, si el piloto se negaba a avanzar por en medio de la barrera de
artillería, o daba media vuelta, sacaba la pistola y ¡bang!, aunque con
ello implicaba que el avión y el se cayeran al suelo en picado… devoción
al movimiento alcista, simplemente (por eso eran comisarios políticos,
¿no?).
Las marcas que he puesto en las fotos de las flechas rojas
con las letras negras, son los puntos de referencia para ir “encajando”
con la siguiente foto, hasta volver a la primera foto.
Otra curiosidad es como dejaron los republicanos los cañones inutilizados antes de irse de la posición. Estas fotos son de 1942.
La distribución de las baterías es:
Pero empecemos por la posición A, uno de los cañones antiaéreos.
Entrada de uno de los polvorines de la posición.
Fíjense en el sistema de anclaje de los cañones, todavía visible en esta posición artillera.
Aquí se puede ver el acceso rápido desde el cañón al polvorín, que en una foto anterior se ve la entrada.
Polvorín de alimentación general del cañón A y B.
Posición B.
Posición C.
Posición D.
En
la siguiente copia de los planos originales, se puede ver el trabajo
que se debió hacer para igualar todo el terreno. Por cierto, todo este
trabajo estuvo hecho y activo en un par de meses.
Con
la marca E del plano de posiciones, podemos ver la caseta de mando,
donde estaban los oficiales dando las coordenadas a disparar.
Encima
de este ventanal estaba el sistema de escucha y la mesa desde donde se
hacían los cálculos de latitud y alcance de los disparos.
Desde
la caseta de mando, se puede ver la posición de los cuarteles de la
tropa… bueno, lo que queda de ello, claro. En el lado opuesto de la
montaña estaba el pabellón de los oficiales, mucho más grande que los
cuarteles de tropa. No queda nada de él, ya que en los 60 se utilizó
como escuela para adultos, pero el ayuntamiento, cuando echaron a los
barraquistas que se instalaron aquí, lo primero que hicieron fue
derribar completamente esta escuela de adultos, antes que el resto de
edificaciones, ya que fue algo por lo que habían luchado muchos años los
residentes, analfabetos en su gran mayoría, y se había convertido en
el centro neurálgico de este mini barrio.
Posición F, de los autocañones de 20 o de 40mm.
Y por último la posición G, también de un autocañón
Ya
marchando hacia casa, me di cuenta de la ubicación del cañón antiaéreo
que he marcado como C, que está ubicado sobre una estructura aérea y
fuera de la montaña.
Bien,
pues este es el reportaje de una mañana de excursión, que he
considerado lo suficientemente interesante como para hacerlo extensivo
al resto de lectores.
Saludos.
Burt.